martes, 6 de mayo de 2008

El apático hoy


Día a día nos encontramos frente a las mismas personas, las mismas caras, las mismas almas. No cambian, no avanzan. Parecen ancladas siempre a la misma parte de océano social.

Prefieren, por comodidad, quedarse en la superficie y dejar que el viento los mueva en lugar de crecer, tanto hacia abajo, echando raíces, como hacia arriba, dando frutos. Persiguen lo efímero y huyen a lo verdadero. No tienen ni quieren convicciones. Sólo conocen esa felicidad descartable, barata e intrascendente que les ofrece el mundo de hoy. Parecen despojados de todo sentimiento.

¿Son, realmente, autómatas? ¿O los han automatizado? ¿Qué papel toma el azar, la suerte, el destino en la vida de cada uno? ¿No serán, acaso, excusas para no admitir lo que somos y encandilar el deseo de lo que queremos ser?

Parece que tienen miedo a sentir, a jugarse por sus convicciones, a estremecerse ante algo o alguien. Le temen a la felicidad, a la paz. Están tan involucrados en el trajín de vivir, en lo automático de la sociedad, que se anula su escencia. Están tan inmersos en el desorden diario que sus metas, sus ideales, les son indiferentes.

Existe una gran apatía generalizada, y no hablamos de la generación adulta, sino de la que recién rompe el cascarón, la que tiene años por delante. ¿Será que nuestra juventud está cargando con la mochila de frustraciones de la generación anterior?

Hay una condena al extremo fracaso para los jóvenes, cargamos con una cruz por herencia. Nos dejaron en las manos un mundo arruinado del cual debemos hacernos cargo, sin experiencia, sin esperanza.

Típicas frases como, por ejemplo: "El mundo está fuera de control" o "Con estos jóvenes se descarta la posibilidad de un buen futuro", son repetidas hasta el cansancio por algunos mayores, tal vez para huir de las responsabilidades que aún se encuentran en sus manos. Son ellos quienes debarían mostrarnos con ejemplos y no tanto con órdenes, lo que deberíamos hacer o no.

Pero, en fin, si ellos son la "causa perdida", comencemos nosotros a rebelarnos ante la apatía, a que la frase "Me da lo mismo" se extinga de nuestro vocabulario.

Los jóvenes somos consecuencia de actos de las generaciones pasadas.

Proximamente, seremos causas.

¿Nos haremos cargo?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

hey chiquis como va... vieron, al final mi computadora arcaica pudo conectarse con ustedes ja ja ja... bueno antes que nada como ven soy la primera en firmar wiiiii... despues queia decirles que las amo a montones que me parece muy interesante todo esto que hacen y que no viene mal para un mundo tan ciego como el que tenemos, que algunas pesonas ayuden a abrir los ojos y a ver un poquito la luz.... bueno yo pase y lei y me gusto mucho mucho lo que escribieron y firmaba...
Las adoro!!!!

Anónimo dijo...

Bueno, aprovecho simplemente este espacio, para Dios no quiera, utilizarlo con vanas palabras, sino para destacar y apreciar el gran reflejo de esta sociedad y la expresion mas compleja de los mas raros sentimientos de la humanidad, mas q nada juventud.
es un placer nati que compartas conmigo estas cosas, y de cierta manera ser participe en esta firma de un proyecto, y una forma de expresion, la cual permita ser luz a mentes oscuras de muchas vidas, en este sistema un tanto perdido, y atrofiado!...
bueno compañera de la vida, que a corto tiempo fluyo un amor hacia vos, muy poco explicable!, pero super certero!..
Te qiero nata!..
Dios bendiga tu vida en gran manera y te de un potencial en el desarrollo y redaccion de lo que pone en tu corazon, para qe seas y seamos luz, como El asi lo manda.

Siempre un placer, haberte conocido.

Antonela G. Leone

Oruga dijo...

Mas razon no podrian tener, somos conscuencia de generaciones pasadas, a diario vemos como esta generacion se va por el canio y simplemente lo vemos normal, por que las generaciones pasadas nos dejaron esa herencia, el desapego de las cosas, el dar las cosas por sentado, como si siempre fueran a estar ahi, incluso a las personas, esperemos que nuestro esfuerzo por mejorar influya a otros y podamos desheredarnos o desheredar a las futuras generaciones.

Me alegra ver que ya regresaron ninias, yo tambine ya regrese, pero voy lentisima cone sto d eponerme al corriente con los blogs

Besos

Anónimo dijo...

Me parece muy bueno el comentario. Creo que siempre podemos hacer algo aunque a veces parezca que no, que podemos hacer la diferencia, aunque sea chica. Ese es uno de los grandes donde que tiene el ser humano.Dicen que cuando uno más lee puede entender mejor las cosas abstractas, será por eso que a veces estamos un poco ciegos.
Creo que cada uno decide todo el tiempo, aún cuando no haga nada, eso también es resultado de una decisión(conciente o no).
La suerte se siembra y es bueno tener esperanza. Este blog es un reflejo de eso.
Franco F

Lisandro Pidre dijo...

Buenas noches, mañana tengo que madrugar, asi que vine para despertarme.

Mariuqui dijo...

Muy lindo el blog. Leí todos los posts.
Me alegra que dos personas tan jóvenes como ustedes sean concientes de tantas cuestiones como las que plantean y que desafían a la nueva generación a cambiar.
Las felicito y las estimulo a que continúen.
Afectuosamente,
Maria Eugenia Moreno

Unknown dijo...

buena entrada, por rebeldes con causa!